Super Inspiración en tan solo un fin de semana *.*
CINCO REINOS, CINCO ELEMENTOS
ISABEL
No puedo parar de pensar en lo que pasó aquel día. Ya sabéis, lo del libro que se escribía solo, que Érakon es un lugar en el que los seres humanos no podemos entrar... Tengo muchas preguntas en mente, una de ellas es, ¿qué hacía el libro, aquí en Asturias, si puede saberse? Es la pregunta que siempre me hago, pero es ciertamente extraño. Además, no creo que sea un timo ni una copia. Es exactamente igual que el que se encontró en Egipto. La misma portada, sin duda. Pero, aun me sigo preguntando que hacía ahí. Tampoco, hay explicación posible a que el libro se escribiese solo. La única opción que se me ocurre es esta: magia. Solo eso, ¿qué otra cosa puede ser? ¿Pero acaso existe realmente? No es posible que una máquina se sepa nuestros nombres, ya que nuestra sociedad no está tan avanzada como para que una máquina tenga datos sobre todo el mundo. Otra razón por la que no es posible, es que se encontró en Egipto. En una pirámide y los expertos dicen que tiene años y años de antigüedad. Otra pregunta: ¿Por qué los humanos no podemos leer el libro de Érakon, ni entrar en el mundo que menciona este? El libro parecía muy persistente, diciendo que no entremos, ya que cosas horribles nos ocurrirán y etcétera, etcétera. ¿Por qué? ¿Qué habremos hecho para que no nos dejen entrar? A lo mejor es que Érakon es un lugar peligroso, bueno, para seres como nosotros. ¿Pero quienes vivirán en ese inhóspito mundo? Seres fantásticos y majestuosos, seguramente. Ahora, son las seis de la tarde, lo mejor será que vaya a la biblioteca, no quiero hacer esperar a Víctor, porque me echó la bronca la última vez... Menos mal que hoy es sábado y no tengo nada que hacer. Mañana, la biblioteca cerrará y no podremos leer el libro. Una lástima, ¿no? Quería descubrir más cosas sobre el libro.
Llego a la biblioteca, supongo que Víctor ya habrá llegado. Lo busco con la mirada y ahí estaba, en una mesa más retirada que el resto, el lugar donde estaba antes. Está de espaldas, lo cual no puedo ver lo que está haciendo. Me acerco sigilosamente a él, para pegarle un susto. Cuando ya estoy a su lado...
-¡Hola!-Exclamo, Mari Carmen me vuelve a mandar a callar y Víctor pega un salto. Luego me mira y se relaja un poco al verme, pero solo por unos segundos, su rostro vuelve a ser pálido enseguida.
-Por poco haces que me pege un ataque al corazón...-Dice, poniéndose una mano en el pecho.
-Eh, ¿tanto miedo doy?-Bromeo, luego, me doy cuenta de que tiene unos guantes.-¡Anda! Te has traído los tuyos. Tarda un poco en responder, pero luego, habla:
-Ah, sí...-Es lo único que dice, ¿le ocurre algo?
Se queda como paralizado.
-¿A qué esperas?-Le digo, cruzada de brazos. Víctor me mira extrañado.
-¿Qué?-Pregunta
-Abre el libro. Para eso tienes los guantes, ¿no?-A este chico le pasa algo.
-Es que... creo que el libro no se abrirá.
-¿Por que lo crees? Bueno, si no quieres abrirlo, dame tus guantes y lo abro yo, para no sacar los míos del bolso.
El chico frunció el ceño, pensativo. ¿Qué le pasa? ¿No quiere prestarme unos guantes? Que rácano.
-Claro-Dice al fin y me tiende los guantes. Me los pongo e intento abrir el libro, pero nada, me pegué otro calambre.
-¿Ves?-Me dice Víctor.
Me quedo pensativa un momento, ¿cómo lo sabía este chico? Entonces, me vino una idea a la cabeza.
-No habrás intentado abrirlo, ¿verdad?-El se queda callado, lo sabía.-Eres...
-Lo siento-Se disculpa Víctor, agachando la cabeza. Suspiro y luego, cojo mis guantes del bolso y los miro detenidamente. ¿Por qué se abrió ayer? Me pongo los guantes e intento abrir el libro, otra vez. No me llevo ninguna sorpresa al ver que se abre, como si nada. Víctor abre la boca, sin poder creérselo.
-Ea, pues ahora, te quedas sin guantes por impaciente-El chico suspira.
-No te pongas así, que no es para tanto...-Empieza a decir, pero yo le corto con la mirada y me pongo a leer el libro.
Paso las tres primeras páginas y como me esperaba: Todo en blanco. Miro fijamente el libro durante unos minutos. Víctor hace lo mismo y después de un rato, algo empieza a escribirse.
"Creí que dejaríais el libro y que os olvidaríais de todo, pero parece que no. Bueno, yo os advertí y ya sabéis: la curiosidad mató al gato"
-¿Quieres parar ya de ser tan pesado con los riesgos que tendremos e ir al grano?-Le digo, algo molesta.
"Yo os lo advertí, que conste que no fue culpa mía. Bien, ya no hay vuelta atrás. Pero, para seguir leyendo este libro, tendréis que encontrar una lista de objetos."
-Pues vaya-Suspira Víctor-Después de darnos la lata con que no abramos el libro, ahora nos manda a buscar.
"Son los siguientes" Escribe el libro, ignorando al chico "Una hoja, un poco de agua, una roca, aire en botella y luz"
-¿Eso es todo? Es muy simple-Murmura Víctor.-En cuanto la luz, pues podríamos echarle una foto.
"Ojalá fuese tan fácil. La roca será difícil de encontrar, ya que será una roca volcánica, el poco de aire tendrá que ser de un lugar muy alto, una montaña, por ejemplo. Y la luz... tiene que ser del crepúsculo. La Hoja tiene que ser la de una hiedra. El agua, tendrá que ser del lago Covadonga. Hablando de ese lago, tendréis que estar ahí cuando esté apunto de anochecer, es decir, luz del crepúsculo. Un punto cumplido... Luego, echar la roca volcánica, la hoja y la botella con aire al lago, esa será el "poco de agua" aunque en realidad, sea mucha"
-Eso ha sido muy exigente...-Reflexiono.-Después de todo eso, ¿qué hacemos?
"Muy sencillo: Dibujáis un círculo con una rama en la tierra y meteros dentro de este. A los cinco minutos, entraréis en Érakon"
-Una cosa...-Empieza a decir Víctor-¿Para qué son esos objetos, si puede saberse?
"Eres un chico muy curioso. Bien, cada objeto representa cada mundo de Érakon. Es decir, que la Hoja representa a la Tierra, El el poco de agua representa al Agua, la botella con aire al Aire, la roca volcánia al Fuego y la luz de la tarde..."
-A la Luz-Le interrumpo, cayendo en cuenta.
"Muy inteligente."Escribe el libro, supongo que con sarcasmo "Bien, tenéis de plazo una semana"
-¿Solo eso? ¿Cómo conseguiremos llegas hasta allí?
"Ese es vuestro problema. Por cierto, si no lo conseguís, grandes desgracias caerán sobre vuestras familias... Y sobre vosotros"
Trago saliva. Si no lo hacemos bien... mis padres correrán peligro. Así que, tengo que llegar al lago como sea. No sé por qué hago caso a lo que dice (o más bien, hago caso a lo que escribe) este libro, ¿quizás porque nos ha pegado cuatro calambrazos y se escribe solo? Si, es por eso...
Pero yo quiero llegar a Érakon, pase lo que pase, así que tendré que escuchar al maldito libro este que se escribe solo
"No pienses en ese tono, Isabel" Se escribe en el libro, me sonrojo, ¿me ha leído la mente? Víctor me mira, sin comprender, ladeando la cabeza, pero luego respira hondo y cierra el libro de un golpetazo.
-Bien, pues tendremos que hacer algo con esos elementos.-Me dice, mirándome fijamente.-Ahora, a pensar en cómo lo vamos ha hacer...
Empiezo a pensar, reflexionando en las palabras que se escribieron hace unos minutos en el libro. Algunos elementos son fáciles para mí, como por ejemplo, la hoja. En mi jardín hay una hiedra, no creo que pase nada por que arranque una sola hoja. Y la piedra volcánica... no sé que hacer. Lo de la luz, es fácil, tan solo echar los objetos al lago en el momento del crepúsculo... Pero lo que me importa es cómo vamos a llegar al lago, podría llevarme mi madre, pero tendría que ir con Víctor y ella no sabe nada de él. Suspiro y luego, miro al chico.
-Yo me podría encargar de la hoja de hiedra.-Me dice-En mi casa tenemos una.
Sonrío ante sus palabras, aunque... ¿qué pasa con el aire de ese lugar alto?
-No sé qué podemos hacer con el aire.-Dice, me quedo sorprendida, es como si me hubiese leído la mente, seguro que pensamos lo mismo los dos, una mera coincidencia.
-Eso mismo me preguntaba yo. Podríamos llamar a un escalador para que se lleve la botella y cuando esté en la cima de una montaña, la más alta que haya aquí; que abra la botella y listo.-Propongo, aunque parezca estúpido, tengo un plan.
-Ya, pero ese hombre no haría eso por nosotros. Y no vamos a decirle: "Es que hemos encontrado un libro que se escribe solo y dice que para entrar en un mundo fantástico necesitamos aire de una montaña" Y si lo hacemos, nos enviarán al psiquiatra.-
Sabía que iba a decir eso, lo sabía. Pero como dije antes, tengo un plan.
-Aunque... podría hacerlo por dinero...-Sonrío y Víctor asiente, comprendiendo mi idea.-Si le pagamos una suma de dinero, podría hacerlo.
-¿Cómo de grande?
-Pues... al menos, unos cien euros... Sé que es mucho...
-Y no tengo tanto ni mi madre me lo dará.
-Pero, podríamos unirlos, vamos, Víctor. Podríamos hacer lo mismo que hicimos para comprar el libro. ¿Cuánto dinero tienes en tu hucha?-Espero que no sea poco, que no quiero llevar la mayor parte del dinero.
-Pues... no sé, unos 15 euros...
-¿Tan poco?
-Oye, yo no soy un millonario. Para mí eso es mucho.
-Ni yo soy millonaria, pero no tengo tan poco en la hucha. Bueno, así que tendré que llevarme yo 85 euros... en mi hucha creo que tengo unos cincuenta o sesenta, le pediré a mi madre un adelanto de paga.
-¿Ves? Yo ni siquiera tengo paga.
Suspiro y luego, me doy cuenta de que el chico aun lleva la gorra, pero si estamos ya en una sala, ¿para qué la lleva?
-Oye, ¿podrías quitarte esa gorra? Por un respeto a los demás, ¿quieres?-le digo, ¿por qué la llevará todos los días?
-¿Qué respeto? ¿Acaso eres calva o algo así?-Un hombre ya bastante mayor que no tenía ningún pelo en la cabeza, mira a Víctor con mala cara y luego, se pone un dedo sobre los labios. Parece haberse enfadado. El chico hizo caso omiso al vejete.
-Pues que no es de buena educación llevar una gorra cuando estás en un lugar cerrado y con techo. ¿Es que tu madre no te enseñó nunca de modales?
-Mira, no soy un chico de modales ni mucho menos. Así que, no voy a ser lo que no soy solo porque una niña rica me lo pida.
-¡Y DALE CON ESO! ¡QUE NO SOY RICA, PEDAZO DE IDIOTA!-Dicho esto, Mari Carmen nos mira a los dos con mala cara, al parecer, un aviso más y nos echa de la biblioteca.
Víctor ríe en voz baja y yo le pego una colleja, luego, intento quitarle la gorra, pero el chico se la sujeta con tanta fuerza que parece que se la ha pegado al pelo con "superglue"
-¡Quítatela ya, leches!-Exclamo en voz baja, el chico me mira y luego, suelta un suspiro.
-¿Para qué? ¿Tanto te molesta?-Dejo ya en paz a su gorra y le tiro el libro a la cara, furiosa. Luego, salgo por la puerta, ahora el chico se ha pasado, se ha pasado mucho y tan solo una pelea por una simple gorra de color verde. Pero me da mucho coraje. No es la gorra, el dueño de esta. Un chico extraño que siempre me irrita, de una manera u otra. Llego a mi casa, esta vez sin darme un golpetazo con una farola, aunque no paro de pensar en la maldita pelea y en lo idiota que es este chico. Una chica pasa por mi lado en bicicleta y hace que se me caiga el bolso.
-¡Ten más cuidado!-Le digo a la chica, furiosa. Estaba de mal humor...
-¡Lo siento!-Dice la chica en voz alta y luego sigue con la maldita bicicleta. Cuando voy a recoger mi bolso me doy cuenta de que he perdido el móvil. Lo busco por todas partes, pero no está por ningún lado. Además, no puedo volver a la biblioteca, ya que estará cerrada, son las seis y cuarto... Suspiro y recojo el bolso. Luego, sigo hacia delante. Llego a mi casa y lo primero que hago, es coger el teléfono fijo para llamar al número de mi móvil. A lo mejor lo ha cogido una persona amable y humilde que estará dispuesta a darme el teléfono. Bah, chorradas, seguro que no escucharé a nadie y me lo habrán robado. Pero, cuando llamo, alguien coge el teléfono. Suspiro aliviada.
-¿Hola?-Digo.-Soy la propietaria de este teléfono, ¿sería tan amable de devolvérmelo? Podría dármelo en el parque o...
La persona que está tras el teléfono me interrumpe.
-Sabía que llamarías, ¿quién no lo haría?-Dice una voz familiar, pego un brinco.
-¡Víctor! ¿Cómo has podido? ¡¡Me has robado el móvil!!-Le acuso.
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