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martes, 31 de mayo de 2011

Érakon 3- Cinco Reinos, Cinco Elementos

Super Inspiración en tan solo un fin de semana *.*




CAPÍTULO 3
CINCO REINOS, CINCO ELEMENTOS
ISABEL



No puedo parar de pensar en lo que pasó aquel día. Ya sabéis, lo del libro que se escribía solo, que Érakon es un lugar en el que los seres humanos no podemos entrar... Tengo muchas preguntas en mente, una de ellas es, ¿qué hacía el libro, aquí en Asturias, si puede saberse? Es la pregunta que siempre me hago, pero es ciertamente extraño. Además, no creo que sea un timo ni una copia. Es exactamente igual que el que se encontró en Egipto. La misma portada, sin duda. Pero, aun me sigo preguntando que hacía ahí. Tampoco, hay explicación posible a que el libro se escribiese solo. La única opción que se me ocurre es esta: magia. Solo eso, ¿qué otra cosa puede ser? ¿Pero acaso existe realmente? No es posible que una máquina se sepa nuestros nombres, ya que nuestra sociedad no está tan avanzada como para que una máquina tenga datos sobre todo el mundo. Otra razón por la que no es posible, es que se encontró en Egipto. En una pirámide y los expertos dicen que tiene años y años de antigüedad. Otra pregunta: ¿Por qué los humanos no podemos leer el libro de Érakon, ni entrar en el mundo que menciona este? El libro parecía muy persistente, diciendo que no entremos, ya que cosas horribles nos ocurrirán y etcétera, etcétera. ¿Por qué? ¿Qué habremos hecho para que no nos dejen entrar? A lo mejor es que Érakon es un lugar peligroso, bueno, para seres como nosotros. ¿Pero quienes vivirán en ese inhóspito mundo? Seres fantásticos y majestuosos, seguramente. Ahora, son las seis de la tarde, lo mejor será que vaya a la biblioteca, no quiero hacer esperar a Víctor, porque me echó la bronca la última vez... Menos mal que hoy es sábado y no tengo nada que hacer. Mañana, la biblioteca cerrará y no podremos leer el libro. Una lástima, ¿no? Quería descubrir más cosas sobre el libro.
Llego a la biblioteca, supongo que Víctor ya habrá llegado. Lo busco con la mirada y ahí estaba, en una mesa más retirada que el resto, el lugar donde estaba antes. Está de espaldas, lo cual no puedo ver lo que está haciendo. Me acerco sigilosamente a él, para pegarle un susto. Cuando ya estoy a su lado...
-¡Hola!-Exclamo, Mari Carmen me vuelve a mandar a callar y Víctor pega un salto. Luego me mira y se relaja un poco al verme, pero solo por unos segundos, su rostro vuelve a ser pálido enseguida.
-Por poco haces que me pege un ataque al corazón...-Dice, poniéndose una mano en el pecho.
-Eh, ¿tanto miedo doy?-Bromeo, luego, me doy cuenta de que tiene unos guantes.-¡Anda! Te has traído los tuyos. Tarda un poco en responder, pero luego, habla:
-Ah, sí...-Es lo único que dice, ¿le ocurre algo?
Se queda como paralizado.
-¿A qué esperas?-Le digo, cruzada de brazos. Víctor me mira extrañado.
-¿Qué?-Pregunta
-Abre el libro. Para eso tienes los guantes, ¿no?-A este chico le pasa algo.
-Es que... creo que el libro no se abrirá.
-¿Por que lo crees? Bueno, si no quieres abrirlo, dame tus guantes y lo abro yo, para no sacar los míos del bolso.
El chico frunció el ceño, pensativo. ¿Qué le pasa? ¿No quiere prestarme unos guantes? Que rácano.
-Claro-Dice al fin y me tiende los guantes. Me los pongo e intento abrir el libro, pero nada, me pegué otro calambre.
-¿Ves?-Me dice Víctor.
Me quedo pensativa un momento, ¿cómo lo sabía este chico? Entonces, me vino una idea a la cabeza.
-No habrás intentado abrirlo, ¿verdad?-El se queda callado, lo sabía.-Eres...
-Lo siento-Se disculpa Víctor, agachando la cabeza. Suspiro y luego, cojo mis guantes del bolso y los miro detenidamente. ¿Por qué se abrió ayer? Me pongo los guantes e intento abrir el libro, otra vez. No me llevo ninguna sorpresa al ver que se abre, como si nada. Víctor abre la boca, sin poder creérselo.
-Ea, pues ahora, te quedas sin guantes por impaciente-El chico suspira.
-No te pongas así, que no es para tanto...-Empieza a decir, pero yo le corto con la mirada y me pongo a leer el libro.
Paso las tres primeras páginas y como me esperaba: Todo en blanco. Miro fijamente el libro durante unos minutos. Víctor hace lo mismo y después de un rato, algo empieza a escribirse.

"Creí que dejaríais el libro y que os olvidaríais de todo, pero parece que no. Bueno, yo os advertí y ya sabéis: la curiosidad mató al gato"

-¿Quieres parar ya de ser tan pesado con los riesgos que tendremos e ir al grano?-Le digo, algo molesta.

"Yo os lo advertí, que conste que no fue culpa mía. Bien, ya no hay vuelta atrás. Pero, para seguir leyendo este libro, tendréis que encontrar una lista de objetos."

-Pues vaya-Suspira Víctor-Después de darnos la lata con que no abramos el libro, ahora nos manda a buscar.

"Son los siguientes" Escribe el libro, ignorando al chico "Una hoja, un poco de agua, una roca, aire en botella y luz"

-¿Eso es todo? Es muy simple-Murmura Víctor.-En cuanto la luz, pues podríamos echarle una foto.

"Ojalá fuese tan fácil. La roca será difícil de encontrar, ya que será una roca volcánica, el poco de aire tendrá que ser de un lugar muy alto, una montaña, por ejemplo. Y la luz... tiene que ser del crepúsculo. La Hoja tiene que ser la de una hiedra. El agua, tendrá que ser del lago Covadonga. Hablando de ese lago, tendréis que estar ahí cuando esté apunto de anochecer, es decir, luz del crepúsculo. Un punto cumplido... Luego, echar la roca volcánica, la hoja y la botella con aire al lago, esa será el "poco de agua" aunque en realidad, sea mucha"

-Eso ha sido muy exigente...-Reflexiono.-Después de todo eso, ¿qué hacemos?

"Muy sencillo: Dibujáis un círculo con una rama en la tierra y meteros dentro de este. A los cinco minutos, entraréis en Érakon"

-Una cosa...-Empieza a decir Víctor-¿Para qué son esos objetos, si puede saberse?

"Eres un chico muy curioso. Bien, cada objeto representa cada mundo de Érakon. Es decir, que la Hoja representa a la Tierra, El el poco de agua representa al Agua, la botella con aire al Aire, la roca volcánia al Fuego y la luz de la tarde..."

-A la Luz-Le interrumpo, cayendo en cuenta.

"Muy inteligente."Escribe el libro, supongo que con sarcasmo "Bien, tenéis de plazo una semana"

-¿Solo eso? ¿Cómo conseguiremos llegas hasta allí?

"Ese es vuestro problema. Por cierto, si no lo conseguís, grandes desgracias caerán sobre vuestras familias... Y sobre vosotros"

Trago saliva. Si no lo hacemos bien... mis padres correrán peligro. Así que, tengo que llegar al lago como sea. No sé por qué hago caso a lo que dice (o más bien, hago caso a lo que escribe) este libro, ¿quizás porque nos ha pegado cuatro calambrazos y se escribe solo? Si, es por eso...
Pero yo quiero llegar a Érakon, pase lo que pase, así que tendré que escuchar al maldito libro este que se escribe solo

"No pienses en ese tono, Isabel" Se escribe en el libro, me sonrojo, ¿me ha leído la mente? Víctor me mira, sin comprender, ladeando la cabeza, pero luego respira hondo y cierra el libro de un golpetazo.

-Bien, pues tendremos que hacer algo con esos elementos.-Me dice, mirándome fijamente.-Ahora, a pensar en cómo lo vamos ha hacer...

Empiezo a pensar, reflexionando en las palabras que se escribieron hace unos minutos en el libro. Algunos elementos son fáciles para mí, como por ejemplo, la hoja. En mi jardín hay una hiedra, no creo que pase nada por que arranque una sola hoja. Y la piedra volcánica... no sé que hacer. Lo de la luz, es fácil, tan solo echar los objetos al lago en el momento del crepúsculo... Pero lo que me importa es cómo vamos a llegar al lago, podría llevarme mi madre, pero tendría que ir con Víctor y ella no sabe nada de él. Suspiro y luego, miro al chico.

-Yo me podría encargar de la hoja de hiedra.-Me dice-En mi casa tenemos una.
Sonrío ante sus palabras, aunque... ¿qué pasa con el aire de ese lugar alto?
-No sé qué podemos hacer con el aire.-Dice, me quedo sorprendida, es como si me hubiese leído la mente, seguro que pensamos lo mismo los dos, una mera coincidencia.
-Eso mismo me preguntaba yo. Podríamos llamar a un escalador para que se lleve la botella y cuando esté en la cima de una montaña, la más alta que haya aquí; que abra la botella y listo.-Propongo, aunque parezca estúpido, tengo un plan.
-Ya, pero ese hombre no haría eso por nosotros. Y no vamos a decirle: "Es que hemos encontrado un libro que se escribe solo y dice que para entrar en un mundo fantástico necesitamos aire de una montaña" Y si lo hacemos, nos enviarán al psiquiatra.-
Sabía que iba a decir eso, lo sabía. Pero como dije antes, tengo un plan.
-Aunque... podría hacerlo por dinero...-Sonrío y Víctor asiente, comprendiendo mi idea.-Si le pagamos una suma de dinero, podría hacerlo.
-¿Cómo de grande?
-Pues... al menos, unos cien euros... Sé que es mucho...
-Y no tengo tanto ni mi madre me lo dará.
-Pero, podríamos unirlos, vamos, Víctor. Podríamos hacer lo mismo que hicimos para comprar el libro. ¿Cuánto dinero tienes en tu hucha?-Espero que no sea poco, que no quiero llevar la mayor parte del dinero.
-Pues... no sé, unos 15 euros...
-¿Tan poco?
-Oye, yo no soy un millonario. Para mí eso es mucho.
-Ni yo soy millonaria, pero no tengo tan poco en la hucha. Bueno, así que tendré que llevarme yo 85 euros... en mi hucha creo que tengo unos cincuenta o sesenta, le pediré a mi madre un adelanto de paga.
-¿Ves? Yo ni siquiera tengo paga.
Suspiro y luego, me doy cuenta de que el chico aun lleva la gorra, pero si estamos ya en una sala, ¿para qué la lleva?
-Oye, ¿podrías quitarte esa gorra? Por un respeto a los demás, ¿quieres?-le digo, ¿por qué la llevará todos los días?
-¿Qué respeto? ¿Acaso eres calva o algo así?-Un hombre ya bastante mayor que no tenía ningún pelo en la cabeza, mira a Víctor con mala cara y luego, se pone un dedo sobre los labios. Parece haberse enfadado. El chico hizo caso omiso al vejete.
-Pues que no es de buena educación llevar una gorra cuando estás en un lugar cerrado y con techo. ¿Es que tu madre no te enseñó nunca de modales?
-Mira, no soy un chico de modales ni mucho menos. Así que, no voy a ser lo que no soy solo porque una niña rica me lo pida.
-¡Y DALE CON ESO! ¡QUE NO SOY RICA, PEDAZO DE IDIOTA!-Dicho esto, Mari Carmen nos mira a los dos con mala cara, al parecer, un aviso más y nos echa de la biblioteca.
Víctor ríe en voz baja y yo le pego una colleja, luego, intento quitarle la gorra, pero el chico se la sujeta con tanta fuerza que parece que se la ha pegado al pelo con "superglue"
-¡Quítatela ya, leches!-Exclamo en voz baja, el chico me mira y luego, suelta un suspiro.
-¿Para qué? ¿Tanto te molesta?-Dejo ya en paz a su gorra y le tiro el libro a la cara, furiosa. Luego, salgo por la puerta, ahora el chico se ha pasado, se ha pasado mucho y tan solo una pelea por una simple gorra de color verde. Pero me da mucho coraje. No es la gorra, el dueño de esta. Un chico extraño que siempre me irrita, de una manera u otra. Llego a mi casa, esta vez sin darme un golpetazo con una farola, aunque no paro de pensar en la maldita pelea y en lo idiota que es este chico. Una chica pasa por mi lado en bicicleta y hace que se me caiga el bolso.
-¡Ten más cuidado!-Le digo a la chica, furiosa. Estaba de mal humor...
-¡Lo siento!-Dice la chica en voz alta y luego sigue con la maldita bicicleta. Cuando voy a recoger mi bolso me doy cuenta de que he perdido el móvil. Lo busco por todas partes, pero no está por ningún lado. Además, no puedo volver a la biblioteca, ya que estará cerrada, son las seis y cuarto... Suspiro y recojo el bolso. Luego, sigo hacia delante. Llego a mi casa y lo primero que hago, es coger el teléfono fijo para llamar al número de mi móvil. A lo mejor lo ha cogido una persona amable y humilde que estará dispuesta a darme el teléfono. Bah, chorradas, seguro que no escucharé a nadie y me lo habrán robado. Pero, cuando llamo, alguien coge el teléfono. Suspiro aliviada.
-¿Hola?-Digo.-Soy la propietaria de este teléfono, ¿sería tan amable de devolvérmelo? Podría dármelo en el parque o...
La persona que está tras el teléfono me interrumpe.
-Sabía que llamarías, ¿quién no lo haría?-Dice una voz familiar, pego un brinco.
-¡Víctor! ¿Cómo has podido? ¡¡Me has robado el móvil!!-Le acuso.

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Tomatazos, en los comentarios ;)

jueves, 5 de mayo de 2011

Érakon 2- ¿Existe?

CAPÍTULO 2

¿EXISTE?

VICTOR


Este capítulo está dedicado a Claudia, a Laura H. , a Alba y por último y no más importantes: A Jasminchito (Jas), por haberme dado ánimos a continuar la historia. Gracias ;;;/////;;; Sois geniales.


Érakon... Un libro que me parecía ya muy interesante. ¿Cómo lo encontré? Lo encontré en un artículo de periódico. Normalmente, no suelo leerlo, pero en ese momento, no tenía nada mejor que hacer. Para empezar, era domingo y la biblioteca estaba cerrada... ¿Qué podía hacer ese día? Encontré el artículo de periódico sobre la mesa, lo estaba leyendo mi madre, pero al final, lo cogí yo. Me interesó la parte en la que ponía con letras grandes: "LIBRO ENCONTRADO EN PRIRÁMIDES DE EGIPTO" Así que me interesé más por el. Busqué por internet, entonces, ahí vi toda la información posible, la máxima. ¿Quién llegaría a pensar que una semana después, lo tendría en mis manos? Pero, era imposible, ¿qué hacía en la feria del libro? ¿Por qué estaba ahí? Si hace poco se descubrió el libro... Es ciertamente extraño. Pero, no será tan solo mío, también será de una chica llamada Isabel. En resumen: tenemos un libro compartido. Lo mejor de todo, es que parece que ella me tiene algo de manía, porque por poco volvemos a discutir en la calle, ¿haré algo mal? No, es ella. Dará lo mismo, ¿quién quiere llevarse bien con tu "compañero de libro" cuando puedes leer el libro y ya está? Eso si, cuando nos lo leamos, me lo quedo yo... Aunque es ella quien puso más dinero... Y hoy, ya es el día. Hoy podré leer de una vez (al menos, empezarlo) el libro de Érakon. El mítico mundo, en el que no pueden entrar los humanos. Pero, esto me huele a chamusquina, ¿qué hacía ahí? Me estoy repitiendo bastante, pero eso me huele a chamusquina. En fin... Ahora, son las una del mediodía... Solo unas cinco horas más y listo. ¿Por qué seré tan impaciente? No puedo prestar atención a las explicaciones del profesor de matemáticas, hasta que entonces, siento un golpe en la cabeza. No es grave, pero tampoco es que haga cosquillas.

-¡Víctor! ¿Podrías volver con nosotros un momento?

<< Oh, lo siento, estaba en la Luna, un lugar donde no hay profesores que te peguen una colleja cada dos por tres >> Pienso, pero no digo nada, ya que no quiero volver a casa con un parte de disciplina. Me muerdo la lengua y asiento.

-Disculpe, no volverá a pasar-Me "disculpo" y luego, sigo atendiendo a la clase. Estaba explicando cosas pasadas de ya primaria, pero yo ya me las sabía de memoria. Algo de las fracciones: "Numerador y Denominador" "Las fracciones equivalentes son las que representan la misma parte de la unidad" Me habían obligado a aprendérmelo de memoria en primaria, así que, no hay problema. Me cuesta mucho prestar atención, ya que estoy con otras cosas en mente y la explicación me parece aburrida. Miro a la pizarra y a las cosas que escribe el profesor, sin prestarle mucha atención. Pero a la vez, atiendo. En resumen, que el 89% de mi mente estaba en las nubes, pensando en Érakon y el 11% estaba en la explicación. Lo único de lo que me entero es que ahora, estaban hablando de los números mixtos. No estoy prestando la menos atención, lo siento, pero me cuesta muchísimo atender a cosas que ya me se. Parece ser que el profesor se ha vuelto a dar cuenta.

-Víctor, dime qué es un número mixto-Ordena el profesor, acercándose a mi pupitre. Me levanto y le digo la respuesta.

-Es un número-Le respondo, intentando ganar un poco de tiempo.

-Exacto, es un número, ¿pero por qué está formado?

Entonces, la voz me sale sola.

-Está formado por un número natural y otro fraccionário.-Le digo rápidamente. El profesor asiente y vuelve a explicar. Han pasado cinco minutos y ya no me acuerdo de lo que había dicho. Hasta que por fin, llegaron las tres, es decir, la hora de recoger e irse a casa. Au Revoir!

Llego a mi casa en tan solo cinco minutos. Es comprensible, aunque mi casa no esté muy cerca del instituto, tengo mi bicicleta. Aunque con ella, normalmente trado quince minutos en ir a casa. Lo que pasa es que hoy no me he tenido que parar para cruzar la carretera, ya que habían pocos coches. Me quito la mochila de los hombros, así me sentí mejor, porque no sabéis el peso que llevo ahí dentro. Luego, la deposito en el suelo y voy corriendo hacia mi habitación. No os creáis que es muy grande, ahí tengo mi cama deshecha, una estantería repleta de libros, un escritorio desordenado, una mesita auxiliar y otro armario, pero en el guardo las cosas de entretenimiento, como los videojuegos y tras cosas. Miro a mi alrededor, el cuarto estaba hecho un deshorden, pero da igual. Decidí dejarlo como estaba y recogerlo luego. Cuando digo luego, me refiero a cuando mi madre suba y me diga:

"Esto es una leonera"

Sin embargo, me pongo a jugar con la consola que me regaló mi tío Marcos por las Navidades de hace ya dos años. No es el último modelo, pero parece nueva, del buen uso que le doy. Entonces, introfuzco el juego y me pongo a jugar a "pokémon" Pero lo dejo a los cinco minutos, ya que no puedo concentrarme, pensando en el libro, es que no puedo ni capturar un maldito pokémon... A ver... ¿Qué puedo hacer ahora? 3 horas de puro aburrimiento. Intento hacer los ejercicios que habían, al menos, eso hizo que se despejase mi mente... Con los ejercicios, pasaron dos horas. Una más y a la biblioteca... ¡pero qué estoy diciendo! Voy ahora mismo y leo el libro, con o sin Isabel. Entonces, voy hacia allá y le pido a Mª del Carm... es decir, a Mari Carmen, el libro.

-¿Donde está tu amiga?-Pregunta

-Supuestamente, debería llegar a las seis, pero como no podía parar de darle vueltas al asunto, he venido a aquí por el. Tranquila, no lo leeré, es solo para sacarlo a mano y punto.

Ella ladea la cabeza, pero luego asiente.

-Siempre pondré ese libro en la estantería del rincón-Me señala con el dedo la estantería-Recuérdalo.

Asiento y luego, voy a por la estantería. Hay un sitio cerca de ella, así que decido que ahí me sentaré. Cojo el libro, que no me costó mucho encontrarlo y luego, me siento. Tengo el impulso de leerlo, pero pienso que seguro que lo mejor era tener paciencia y esperar a Isabel. Mientras tanto, cojo un libro cualquiera y me pongo a leerlo, esperando a Isabel...


Ya ha pasado mucho tiempo e Isabel sigue sin venir, ¿qué le ha pasado? Espero que tenga una buena explicación para justificar su tardanza, porque son ya las ocho y media, lo cual faltan treinta minutos para las nueve. Le tengo más manía al reloj... hoy he estado todo el día mirando cuanto faltaba para las seis, y ahora, para que esta no venga. Suspiro y pienso que ya no vendrá. Me levanto del asiento y pongo el libro de donde lo había sacado y luego, me dirijo a la puerta. Pero ahí, me choco con alguien. Era una chica de cabellos cobrizos y ondulados, con unos ojos color miel. Iba vestida con un chaquetón de color rojo, ya que fuera hacía mucho frío. No cabe duda, es Isabel. No me disculpo por el choque, ya que me ha tenido esperando unas tres horas y media... bueno, en realidad, dos horas y media, recordad que yo vine aquí una hora antes.

-¿Dónde habías estado?-Pregunto.

-Lo siento, tuve que ayudar a mi madre-Contesta la chica, agachando la cabeza, como si estuviera arrepentida.

-Me has tenido esperando mucho tiempo.

-¡Vale! Te he dicho que lo siento. Espero que no hayas leído el libro sin mí.

-Debería haberlo hecho, ya que tardabas demasiado.

Isabel pone los ojos en blanco.

-¿Dónde está el dichoso libro?

Con un gesto con la mano, le señalo la estantería y los dos nos sentamos en la mesa que estaba al lado, en la que me había sentado yo antes.

Con la mano temblorosa, voy a abrir la tapa del libro, pero en ese momento... ¡Me pego un calambrazo en la mano!

La agito con fuerza y aprieto los dientes, debido al dolor. Isabel, en vez de preocuparse, ríe.

-¡Energía estática!-Grita entre risas, pero en ese momento, Mari Carmen la manda a callar. Ahora soy yo el que ríe.

-Recuerda que estamos en una biblioteca-Vuelvo a mirar al libro-No pienso tocar más esa cosa.

-Pero si solo era una cosa de la naturaleza...-Susurra Isabel, aun riendo.-No sabía que fueras tan gallina, Víctor.

-Pues tócalo tú, anda-le digo y luego, sigo agitando la mano, escuece mucho.

Ella pone los ojos en blanco y alarga la mano hacia el libro, pero le pasa lo mismo que a mi, ¿por qué lo se? Porque ha pegado un pequeño brinco en el sitio, por eso. Ahora, vuelvo a reír.

-Parece que el libro nos tiene manía a los dos-Bromeo.

-No digas esas cosas-responde Isabel, molesta-Tiene que haber una forma poder abrir el libro...

Nos pasamos un rato pensando, hasta que en ese momento, a Isabel se le ocurre una ideal.

-¿Y si cogiésemos unos guantes?-Sugiere-Tengo unos en el bolso.

Los saca. Eran unos guantes que nada más verlos, te entra una sensación de calidez. Con eso, tendría las manos calientes. De un color... carmín. No es que me agrade mucho ese color, pero bueno, o me pongo los guantes y leo el libro, o me voy a casa y toda esta espera sería para nada. Ella me tiende un guante, el de la mano derecha y yo lo cojo y me lo pongo en mi mano.

Luego, alargo la mano, con intenciones de abrir el libro. Cierro los ojos, pensando que me iba a pegar otro calambrazo, cuando en ese momento... Abrí el libro. Suspiro aliviado, pero luego, me sorprendo al ver lo que pone en el libro.

No había nada en absoluto.

-¿Es esto una broma?-Pregunta Isabel, pero luego, calla al ver que letras empiezan a escribirse por el libro. Dicen lo siguiente:


"Hola Víctor, hola Isabel"


Los dos nos quedamos atónitos y luego, seguimos leyendo. ¿Cómo era posible que el libro supiera nuestros nombres? Además, se escribía solo. Tiene que ser un sueño formado por mi fértil imaginación, seguro. Pero, tengo al extraña sensación de que no lo es, pienso que esto que está pasando, por muy extraño que sea, es real.


"Sóis bastante osados como para atreveros a abrir este libro, teniendo en cuenta vuestra poca edad. Sabéis a la perfección que vosotros, los humanos, no podéis entrar en Érakon, ni tampoco leer este libro. Sin embargo, mirad lo que estáis haciendo"


Lo estamos leyendo, pero bueno, creía que era el argumento del libro.


"No es el argumento del libro, Víctor" Se escribe en el libro, como si me leyese la mente. Esto es imposible... "Claro que es posible. Eso es porque nunca has creído en la magia, ¿verdad? Bueno, si leéis esta página, solamente, esta página, no os ocurrirá nada. Podríais seguir con vuestra aburrida vida como mortales y olvidar este libro. Pero si continuáis... Ya no hay marcha atrás. Así que os lo aconsejo: dejad este libro, cerradlo para siempre"


Y eso es lo que iba a hacer yo, pero en ese momento, Isabel me detiene.

-¡No!-Exclama, pero esta vez, en voz baja-¿No ves los misterios que oculta este libro?

-Ya, pero ya lo has visto: El libro se escribe solo, ¿ves normal seguir, cuando te acaba de decir que no lo hagas?


"Muy listo" escribe el libro "Y muy ingénua. Si continuáis, podríais incluso encontrar la muerte."

-Pero entonces, ¿qué hace este libro aquí, en la Tierra si puede saberse?-Pregunta Isabel, pero en ese momento, el libro no escribe nada, nada de nada. Solo, sigue blanco en blanco, pero además... Lo que había escrito antes, se borra. Era sorprendente... Era... mágico.

-Tienes razón-Le digo a Isabel, recordando lo de antes-Deberíamos seguir leyendo, ¿qué pasaría si algo se estuviera cociendo y por culpa de eso, todo el planeta sufriría las consecuencias?

Asiente y luego, cuando íbamos a abrir el libro, Mari Carmen nos avisa de que dentro de dos minutos, iba a cerrar y que lo mejor, sería que nos fuésemos yendo a casa, que era tarde.

-Au Revoir-Me despido de Isabel y de Mari Carmen y me voy a mi casa, rápidamente. No hemos tenido tiempo de leer nada, pero lo que hemos visto ha sido sorprendente. ¿Realmente existe Érakon? Supongo que si, no hay otra explicación a que el libro se ponga a escribir solo y que me lea el pensamiento.


Llego a mi casa y ni siquiera ceno, solo me pego una ducha para despejarme y luego, directo a la cama. Soñé con el libro, con Érakon (el mundo), con que llegávamos ahí y... Acabábamos muertos. Qué bonito...

**


Un nuevo día... Menos mal que hoy es sábado. Me duele la cabeza, me he despertado ya unas cuantas veces por la noche, empapado en sudor, con el maldito sueño sobre el mundo. Así que, supongo que hasta las doce de la mañana, no volveré a ser humano y me quedaré zombie durmiendo en la cama. Entonces, suena el despertador. Mi cabeza... No le echo mucha cuenta e intento seguir durmiedo. Pero el insiste en levantarme... Está bien, tú ganas... Este maldito despertador sabe hacer bien su trabajo. Lo veo todo borroso y "doble" así que me cuesta mucho darle al dichoso despertador, pero al final, lo consigo. Entierro la cara en la almohada y luego, sigo durmiendo. Pero escucho la voz de mi madre.

-¡Víctor! ¿Estás despierto? ¡El desayuno!-Suelto una maldición por lo bajo y luego, voy hacia la cocina, con desgana. Unas tostadas, ya ves tú que ganas... Me las como y luego, vuelvo a mi habitación, a dormir.

Ahora, a esperar que sean las seis. La biblioteca también estaba abierta los sábados, pero no los domingos. Antes de dormir, cojo el despertador y hago que suene para cuando sean las cinco y media, para que al menos me de tiempo a vestirme. Pero claro, no me voy a pasar todo el tiempo durmiendo, no. Lo he puesto así por si acaso... Me despierto las una (tarde, al menos, dormí un poco) y luego, me pongo a hacer unos dibujos en la agenda, ya que me aburro mucho. Suena el despertador a las cinco y media. Me visto y me peino, aunque no se por qué, porque me pondré la gorra como siempre... Y luego, voy a la biblioteca. Isabel llega tarde, como siempre... Miro mi reloj de pulsera... Pues no, soy yo quien llega temprano. Cojo el libro y me siento en la mesa de "siempre".

Me entra la curiosidad... Pues está bien, abriré el libro y le echaré una ojeada. Esta vez, metraje mis propios guantes, pero cuando voy a abrirlo... ¡Me pego otro calambre!

-¿Es que este libro me tiene manía solo a mi o qué?

Entonces, escucho una voz femenina a mis espaldas.

-¡Hola!