BLOGGER TEMPLATES AND TWITTER BACKGROUNDS »

jueves, 25 de agosto de 2011

Capítulo 5 Allá Vamos

ÉRAKON
CHAPTER 5
ALLÁ VAMOS
ISABEL

… Suerte que no me robó el móvil. Creo que he sido demasiado dura con él, desconfiando. Hoy estamos a domingo, le dije a Víctor donde estaba mi casa, aunque es mejor que le diga el parque. No sé por qué se lo he dicho, es la costumbre o es que estaba tonta y tenía ganas de recuperar mi móvil. Me voy a dormir, ya que es bastante tarde. Mañana tendré que madrugar, a mí no me importa, pero a Víctor... No sé si ese chico se levanta por las mañanas tan temprano.

Unos rayos de sol dan en mi cara, me revuelvo entre las sábanas, intentando dormirme de nuevo. No suelo madrugar, me gusta quedarme en mi cama un tiempo y luego, cuando llegue el desayuno, mi madre me llamará. Eso si está en casa, claro. Vale, mi madre está obsesionada con su trabajo, pero tampoco es que se ponga a trabajar en pleno domingo. Entonces, recuerdo que hoy me Víctor me iba a dar el móvil. Salgo de mi cama de un salto y me visto con rapidez. Me miro en el espejo. ¡Tengo pelos de loca! Eso es lo que pasa por irte a dormir con el pelo húmedo. Suerte que no haya cogido un resfriado. Cojo el cepillo y me peino lo más rápido posible. Pero como yo soy tan perfeccionista, hasta que no esté todo liso no paro. Me pongo unos zapatos y bajo rápidamente las escaleras. Hice tanto ruido que incluso desperté a mi madre.
-¿Isabel? ¿Qué haces tan temprano?-Pregunta. Luego, baja las escaleras. Puedo ver que tiene el pelo revuelto y la cara de “medio zombie” Eso me recuerda que me tengo que echar agua helada en la cara para despejarme.
-Pues...-Y entonces, le cuento como perdí el móvil y Víctor lo encontró y yo iba a recogerlo.
-Pero... No me fío, no puedes ir a quedar con un desconocido.
-No mamá, no es un desconocido. Yo ya le conozco.-Ella sonríe de oreja a oreja y suelta una risita. Me sonrojo rápidamente.
-¡Que no, mamá! ¡No te pienses cosas que no son!
-Vale, pero te acompañaré. Quiero saber como es ese “amigo”-Y suelta una risilla.

Al final, mi madre decide acompañarme al parque. Tarda un poco en peinarse y en vestirse, así que creo que retrasaré a Víctor. Luego, cruzamos la calle hasta llegar al parque. Y ahí está el chico, esperándome. Al ver a mi madre, enarca suavemente una ceja. Creo que no se lo esperaba. Mi madre está la mar de contenta. Y encima mira que pensarse cosas que no son...
-Eh...-empieza a decir Víctor-Tu móvil-Me lo tiende. Menos mal que está en buenas condiciones. ¡Anda! Si incluso lo ha limpiado.
-Gracias-Le digo, con una sonrisa.
-Hey, tú eres el “amigo” de Isabel, ¿verdad?-Dice mi madre, poniendo énfasis en la palabra “amigo” . Lo cual, Víctor se le queda mirando con cara rara.
-Eh... Si. Somos amigos-Lo de amigos ha quedado ya más que claro. Un momento de silencio y...-Soy Víctor.
-Ah, Víctor-Dice, mirándome con una sonrisa. Pongo los ojos en blanco.-Un lindo nombre. ¿Vais a la misma escuela?
-Nunca lo he visto-Le contesto, ya un poco molesta de que se hiciese ideas que no son.
-¿Dónde os conocisteis?-¡Por favor, mamá! ¡Cállate!
-En la feria del libro-Se apresura a contestar Víctor-Nos dimos cuenta de que teníamos los mismos gustos de lectura, lo cual, empezamos a charlar. También coincidimos varias veces en la biblioteca.
-Oh... por eso te ibas todas las tardes...-¿Qué le pasa a esta mujer? ¡Siempre pensando cosas equivocadas! Víctor, la historia que te has inventado es buena... ¡Pero has hecho que mi madre se haga ideas completamente equivocadas!-Bueno, me alegra de que tengas al fin un “amigo” y que no te pases todo el rato encerrada en tu cuarto.
Y mira que es pesada con el “amigo” Le lanzo una mirada que dice claramente: “¡NO LO ES!” O en mi caso: “NI AMIGO NI NADA” Mira, mis planes de poder hablar con Víctor sobre Érakon se desvanecen.
-Si, yo también me alegro de tener un amigo-¡Ay! ¡Se me ha pegado! Parece que la palabra del día es “amigo”. Por la cara de Víctor, esta algo extrañado y sorprendido. Tsk, y quien no. Mi madre a veces incomoda un poco. Un “poco”.
-Bueno... Yo me voy a comprar comida. Si queréis, podéis quedaros aquí hablando-Suelta una risita-¡Hasta luego!
Cuando mi madre ya estaba lo suficientemente lejos, Víctor habla:
-Eh... ¿Tu madre piensa que... nosotros... ESO?-No sabe expresarlo bien, yo tampoco. El se echa a reír. Me pongo roja. Por fin, para de reír para escucharme.
-Si, es que mira las cosas que se le pasan por la cabeza...-Suspiro-Bueno... ¿has conseguido alguno de los elementos?-Intento cambiar de tema. No quiero
-Si, tengo la hoja de hiedra, pero en mi casa-Ríe.
-Pues eso no creo que nos sirva de nada. Mi primo fue un día a las Islas Canarias y de ahí, robó una roca volcánica. Así que, yo podría robársela, esta vez a él.
-Pues... La hoja, la piedra volcánica, el agua... La luz es que tenemos que ir en ese momento, solo hay que encontrar a alguien que nos lleve.
<> Pienso. Ya que acaba de conocer a Víctor, no creo que se niegue a llevarlo.
-Bien, lo tenemos arreglado... ¿Pero y el aire?
-Pues... El novio de mi madre es muy aficionado a escalar montañas.-Me quedo sorprendida al escuchar que su madre tenía novio. ¿Se le habrá muerto el padre? ¿Están separados? ¿O no se han casado? Pero no le dejo demostrar que estoy sorprendida, simplemente asiento.
-Pues perfecto. Podría cogernos el aire y gratis.
-Ya... pero hay un problema. No creo que escale y coja aire en botella tan solo porque unos niños como nosotros se lo digamos. Y... no veo normal que yo mismo le de un soborno, ¿no?
-Pídeselo, ponte de rodillas. Lo que sea. Tan solo nos falta ese punto y lo conseguimos. Mi madre puede llevarnos al lago Covadonga, porque ya te conoce.
<>
-Está bien...-Suspira Víctor-Intentaré hacerlo.
-Gracias-Menos mal. Ya no tendré que gastarme mis ahorros. Pero, hay una pregunta.
-¿Por qué tenemos que viajar a Érakon?-Pregunto.
-Tenemos que abrir el puente, porque ya no hay vuelta atrás. Porque si no, según el libro, nosotros y nuestras familias correremos un gran peligro-Entonces, me cuenta lo que pasó ayer por la noche. Víctor y su madre estuvieron a punto de ahogarse. Según él, era una sensación tan real que era imposible que fuese una alucinación. Le creo.
-Pero... nos dieron de plazo una semana...
-Al parecer, quiere que nos demos prisas. El libro no está a broma.
-Podríamos consultarlo, pero es domingo... La biblioteca está cerrada.
-La pregunta es. ¿Por qué quiere que nos adelantemos? Será mejor que abramos el puente ya.-
-Por cierto... ¿miraste alguna cosa de mi móvil?-Le pregunto.
-No, ni si quiera sé como como funciona.
-Ah, pues mejor nos demos los teléfonos. Para llamarnos cuando estemos listos.-Víctor asiente y me dicta su número de teléfono para ponerlo de contacto en el mío. Luego, él saca el suyo y yo le digo mi número. Creo que él será uno de los pocos contactos que tenga.
-Bien... hasta luego-Dicho esto, me marcho a mi casa. Y como no, ahí me espera mi madre para preguntarme todo tipo de cosas sobre Víctor.
-¿Es inteligente? ¿es tonto? ¿Buena gente? ¿Amable? ¿sincero? Jiji, es muy guapo.
-¡Que no, mamá! ¡No te pienses cosas que no son!-Dicho esto, subo arriba. Bien... debería robarle YA la roca a mi primo, pero... ¿cómo? No es tan tonto como para no darse cuenta... Pero al menos, tendré que intentarlo. Vuelvo a bajar.
-¿A dónde vas?-Pregunta mi madre, hoy le ha dado por hacerme preguntas de todo tipo.
-A casa de Javi.-Le respondo, con suavidad. Parece sorprendida. ¿Por qué va estarlo? Será porque normalmente me paso el día en mi cuarto y no salgo de mi casa.

Su casa no está muy lejos, así que llego a ella con facilidad. Miro la puerta y llamo al timbre. Me pongo a rezar “que no esté, que no esté...” Y entonces, abre el mismísimo Javier, un chico de unos quince años. Iba en pijama y se notaba que ni siquiera se había peinado.
-¿Qué ha ocurrido ahora para que vengas, Isabel?-Me pregunta, no solemos tener muy buenas relaciones.
-Bueno, he venido a visitarte, ¿tanto te extraña?
Entonces, aparece el padre de Javier, mi tío, Fernando. Está algo extrañado de que le visite. Pse, por un día que lo hago...
-No seas así con tu prima, vamos, subid a la habitación...-Entonces, él suspira y va a su habitación. Yo le sigo. Las escaleras son bastante cortas. Cuando abre la puerta, puedo ver una habitación bastante desordenada... ¿Eso que hay encima de la cama son sus calzoncillos? Huy...
-Bueno... ¿seguro que solo venías a hablar?-Dice, al ver que observaba todo con repulsión.
-Si-Mentí-¿Cómo van las notas?
-Bah, bien, bien...-Cuando Javier dice “bien, bien” de esa forma, en realidad dice “fatal, fatal”
-Oh... de acuerdo...-entonces, pienso en alguna distracción. En su estantería, puedo ver que tiene esa roca volcánica. La necesito esa piedra sea como sea... Por mi bien y por el de Víctor. ¡Tengo una idea!
-Hey, creo que tu padre te acaba de llamar.-Le digo.
-¿Qué? No lo he escuchado.-Es normal, es que el padre no le ha llamado.
-Que sí, estás sordo... GAES- Río, Javier suspira y baja las escaleras. Esta es mi oportunidad. Cojo la roca y la meto en el bolso. Entonces, me dispongo a bajar las escaleras, pero Javier me pilla en medio del trayecto.
-No me ha llamado.
-¿no? Pues juraría haber escuchado: “¡Javier, ven aquí!” Bueno, será algún vecino. Me voy ya, ¿vale? He quedado con unas amigas.
-Que visita tan corta.-Mi comportamiento resulta bastante sospechoso, lo sé. Y no creo que Javier sea tan tonto como para no notarlo.
Luego, salgo por la puerta y suspiro. Voy dando saltos a mi casa, porque ya tengo la roca. Empiezo a tararear una canción, pues estoy bastante contenta. Creí que se daría cuenta. Pero seguro que sabe que pasa algo... Luego, descubrirá que su piedra robada ya no está y después, me echará las culpas. Pero la piedra estará dentro del lago Covadonga y quizás yo esté en Érakon.

Mientras voy paseando, siento como el mundo pierde su color y todo se vuelve en blanco y negro. Miro a los dos lados y luego, el mundo se desvanece y yo empiezo a dar vueltas. Intento gritar, pero no me sale la voz. De repente, acabo en una especie de mundo, en el que todo es blanco. Y no hay nada, solo yo. El mundo empieza a arder y yo con él. Grito y cierro los ojos. Al volver a abrirlos, puedo ver que estoy en la calle, y sigo viva. Suspiro, y luego, miro mis brazos y mis piernas. Ninguna quemadura. Ahora, tengo que llamar a Víctor.

-Interesante...-Dice, tras el teléfono. Le he contado todo lo que ha pasado.
-Quiere que nos demos prisa. Ya tengo la roca volcánica, ¿tienes la botella de aire?
-Se la pedí a Carlos. Naturalmente, me dijo que no. Pero tras insistir, dice que me traerá el aire. Aunque piensa que estoy loco. Volverá después de comer a darme la botella. -Suspiro aliviada, ya lo tenemos todo...
-Ahora, le pediré a mi madre que nos lleve al lago Covadonga. Me pondré de rodillas para que pueda ser mañana. Aunque creo que no hay problema, ya que ha encontrado unos cuantos fósiles ahí.
-De acuerdo. Llama si es así.-Entonces, cuelga. Mi madre está en el salón, había escuchado lo que había dicho.

-Por favor...
-No y no.
-Es que... ¡nos interesamos por la arqueología!
-¿de verdad? ¿Tú? ¿Loca por la arqueología? Bueno, no me extraña. Hace un momento hablabais de Érakon.
-¿Sabes qué es?
-¡Pues claro! Todo arqueólogo sabe lo que pasa con Érakon, el libro, lo que pasa... Creo que es el primer libro de fantasía que se escribió en esa época. Por eso empiezas a interesarte... ¿eh?
¡Buena idea! Gracias por la excusa. Asiento. Aunque, es lunes y no creo que nos deje en el momento del crepúsculo.

Lo sabía, tenemos que esperar hasta el fin de semana. Pues vaya. Espero que no ocurran cosas...

0 comentarios: